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Distancia: 55 Km; Recorrido en coche



La ruta comienza en El Torno y acaba en Tornavacas, y para iniciarla se toma como referencia la carretera N-110,  que une Plasencia, en la provincia de Cáceres, con El Barco de Ávila, ya en tierras abulenses, y que corre a lo largo del río Jerte en dirección noroeste.El Torno (Ayuntamiento 927 17 5066) está situado en plena ladera de los montes de Tras La Sierra, en el marco de las sierras de Cabezabellosa y de La Cabrera, y  destaca, además de por su producción de aguardientes y licores de cereza, por ser un balcón privilegiado para observar la totalidad del valla del Jerte. Su término municipal estuvo habitado desde tiempos prehistóricos, hecho que prueban los distintos utensilios de piedra tallada hallados en su territorio y las tumbas antropomorfas halladas en las fincas El mojigato, Romanejo y en El prado Camacho, fechadas en la Edad de Hierro. El núcleo principal de la población cuenta con calles muy peculiares, como la de Portugal y la del Barrio del Castillo. 



  

La siguiente población en la ruta es Casas del Castañar ( Ayuntamiento 927 47 80 01), localidad a la que se accede saliendo de El Torno por la CC-V-51 e incorporándonos a la N-110 para después desviarnos por la CC-V-86 en un recorrido aproximado de unos doce kilómetros. Casa del Castañar se encuentra recostada sobre la falda de la sierra de San Bernabé y se extiende sobre la vertiente sur meridional del valle. En principio, cuando se cruza esta localidad por carretera se puede pensar que se trata de un pueblo moderno a juzgar por los edificios levantados en sus laterales, pero si tomamos cualquiera de sus vías descendentes penetraremos en una configuración de casas antiguas, elevadas, serranas, entramadas, con solanas en el último nivel para recibir mejor el sol que seca los pimientos, los melocotones y los higos. En esta bella localidad se disfruta del aspecto monumental de la iglesia de San Juan Bautista, obra del siglo XVI



La cercana Cabrero (Ayuntamiento 927 47 81 52), a la que se llega saliendo de Casas del Castañar por la CC-V-105 y recorriendo apenas tres kilómetros, es famosa en la zona por sus buenos aguardientes y licores y por su situación estratégica en el valle, rodeada de castaños y cerezos. Su monumento más significativo es la iglesia parroquial de San Miguel, construida en el siglo XVIII y realizada en mampostería. En su interior podremos admirar, entre otras, la talla policromada de San Miguel. La iglesia parroquial se encuentra en un entorno de calles y casas que forman un bello ejemplo de población serrana, con un laberinto urbano de callejones entrecruzados y en pendiente. Cabrero nació a finales del medievo como núcleo de pastores que aprovecharon las excelentes condiciones del lugar para la explotación de la ganadería. Estuvo supeditado durante siglos y hasta la etapa contemporánea a Piornal, del que se consideró un mero barrio.Desde Cabrero se baja por la CC-V-105 para llegar a la CC-V-134, que lleva a Barrado , en un recorrido de unos cuatro kilometros.



Barrado (Ayuntamiento 927 47 80 46) nació en el medievo como núcleo pastoril y no fue hasta el siglo XVII cuando adquirió el titulo de villa. La actividad pastoril fue evolucionando hacia la producción agraria con explotaciones de castaños, cerezos y demás frutales de la zona. El pueblo tiene un aire muy pintoresco debido a la disposición de sus casas adaptadas a las pendientes de la zona. El edificio más sobresaliente de Barrado es la iglesia parroquial dedicada al santo martir San Sebastian y que luce en la parte más alta del pueblo. Precisamente la fiesta principal, celebrada el 20 de enero, se dedica a este santo y reune unas interesantes peculiaridades. El día 19, alrededor de las cuatro de la madrugada, los vecinos se congregan en la iglesia y salen por las calles del pueblo a cantar las alboradas. Se toca un tamboril y se canta una canción en honor al santo. Cuando finaliza el recorrido, sobre las siete y media de la mañana, el alcalde invita a su casa a todos los asistentes a unos dulces de chocolate. El día 20, después de la misa, el Ayuntamiento invita a comer a todo el pueblo y también a los visitantes.Piornal ( Ayuntamiento 927 47 60 10), es la próxima etapa en nuestra ruta. Salimos de Barrado por la CC-V-134 y nos incorporamos inmediatamente a la CC-V-141, de la que saldremos por la CC-V-17.5, que nos llevará directamente a esta localidad serrana. El trayecto habrá sido de unos diez kilómetros.



Piornal es el pueblo más alto de la región. Lo que realmente aporta personalidad propia a esta bella localidad son los cerezos. En la época de su floración, en los meses de marzo y abril, podremos observar desde cualquier perspectiva una imagen tan blanca que se confunde con nieve. Destaca el palacio del obispo Pedro González de Acevedo, construcción de carácter señorial que aún conserva su escudo episcopal así como su pórtico de acceso. Desde Piornal podremos observar las más magnificas vistas al valle del Jerte y a la Vera. Aquí se puede disfrutar del típico caldo jerteño, el caldero, que es el plato más representativo de esta localidad, hasta tal punto que aún en nuestros días hay muchos piornalegos que lo cenan casi a diario. Se trata de patatas cocidas, donde el pimentón es una especia esencial, y que se prepara en el recipiente que le da nombre, el caldero.





Volviendo sobre nuestros pasos, es decir, partiendo de nuevo por la CC-V-17.5, en dirección norte, llegaremos, tras recorrer 7,5 kilómetros, hasta la localidad de Valdeastillas ( Ayuntamiento 927 47 60 66). Al igual que Piornal, Valdastillas se erige en un excelente mirador sobre el tramo medio de la cuenca del río Jerte. Dentro del pueblo disfrutaremos de nuevo de la arquitectura entramada y edificaciones que lucen en tono rojizo del adobe y el ocre de las maderas utilizadas en su construcción. Valdastillas es el punto ideal para el inicio de un itinerario geoambiental por la garganta del Bonal, que constituye un ejemplo de garganta de paredes abruptas generadas por el encajonamiento reciente de la red fluvial actual y que cuenta con un salto de más de veinte metros que hará la visita inolvidable





La siguiente etapa lleva hasta Rebollar ( Ayuntamiento 927 47 10 62), localidad situada en una empinada ladera de la margen derecha del valle del Jerte. Se sale de Valdastillas por la CC-V-17.5 para llegar hasta la N-110, que se recorre en dirección a Plasencia hasta encontrar el desvío a la CC-V-133, que lleva directamente a Rebollar. El recorrido total no sobrepasa los siete kilómetros. El urbanismo de Rebollar destaca y sorprende por sus estrechísimos callejones de tortuoso recorrido. Rebollar equivale a un autentico museo vivo de arquitectura popular. Algunas de sus viviendas, las dos casas del Canchal, se alzan sobre imponentes moles de granito, produciendo una profunda impresión. Las casas tiene huertos caseros ubicados de milagrosa manera, donde crecen limoneros, naranjos, granados, parrales e higueras. Tiene una humilde construcción eclesial del siglo XVII, la dedicada a Santa Catalina, que ha sido recientemente reformada.Bajando desde Rebollar por la CC-V-133 hasta la N-110 y recorriendo unos 7,5 kilómetros en dirección a El Barco de Ávila se llega a Navaconcejo.



A partir de este momento la ruta ya no se desvía de la arteria que supone la N-110. Navaconcejo (Ayuntamiento 927 17 31 78), villa ribereña del Jerte, está enclavada en medio de la cuenca. Su origen proviene de la creación de un concejo medieval, Nava del Concejo. en el siglo XV la población se vio aumentada por los habitantes de Peñahorcada, localidad que fue destruida por una crecida del río Jerte. Su urbanismo responde a la estructura de pueblo-calle, aunque en la actualidad la carretera principal, la N-110, actúa como su arteria principal, en la que se ubican la mayoría de ofertas de diversión y residencia. En su arquitectura destaca la fábrica de Sayales, una construcción fechada en 1625 con arcadas clásicas y que en la actualidad alberga la Casa de Cultura. En Navaconcejo podremos disfrutar de algunos de los platos más apetecibles de la cocina jerteña. Las sopas canas, a base de leche, pan, ajo y pimentón, son una autentica delicia que se deben degustar en alguno de susestablecimientos.



A no más de tres kilómetros de Navaconcejo, siguiendo por la N-110, se llega al pueblo de Cabezuela del Valle  (Ayuntamiento 927 47 24 10), próxima parada de nuestra ruta, que se encuentra ubicado en la parte central del valle. Su casco histórico, declarado conjunto histórico-artístico, rompe con la estructura lineal del resto de las villas de la zona para presentar una forma urbanística triangular. Su urbanismo fue desarrollado de forma vertical, ya que se asentamiento original se ubica en la cúspide de un suave cerro en tiempos del medievo, formando un núcleo poblacional que se denominó La Aldea. Sus calles empinadas, laberínticas, y sus callejones sombríos evocan su diseño medieval. Su plaza principal ostenta unos preciosos y profundos soportales en donde se celebran cada viernes animados mercadillos. Es muy recomendable visitar Cabezuela del Valle para las fiestas de Nuestra Señora de Peñas Albas, que se celebran el 25 de marzo, y en las que destaca la quema del Judas: un monigote relleno de paja, pólvora y petardos es paseado por todo el pueblo antes de prenderle fuego a las orillas del Jerte el Sábado de Gloria a medianoche.

Para llegar a Jerte ( Ayuntamiento 927 47 00 03) desde Cabezuela del Valle se recorren los seis kilómetros que los separan por la N-110 en dirección norte. Jerte está situada en el curso del valle de su nombre. Los prados y campos de cerezos y las huertas se extienden por las escarpadas laderas de las sierras de Tomantos y Candelario. Esta localidad se organiza urbanisticamente a través de dos largas calles, Coronel Golfín y la propia carretera nacional. En la calle Ramón de Cepeda se ven edificios notables con nobles sillares, arcos de medio punto y escudo con orla, y algún que otro dintel donde se inscriben sus fechas de construcción en el siglo XVIII. Su monumento más representativo es su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un edificio de mampostería con refuerzos de sillería en esquinas y soportales. La mayor parte fue construida en el siglo XVIII, aunque cuenta con elementos anteriores a esa fecha.



Desde Jerte, la ruta apunta hacia Tornavacas ( Ayuntamiento 927 47 01 18), a unos ocho kilómetros de distancia y punto final de la ruta. Para acceder a esta población se abandona la N-110, eje principal del recorrido. Encajonada entre sierras, en la cabecera del valle del Jerte, Tornavacas ha estado siempre marcada por su condición de localidad fronteriza con Castilla. No en vano es paso obligado para la ganadería trashumante de la vecina provincia de Ávila, y por ello se ha abierto en esta localidad un centro de interpretación de la trashumancia que hace homenaje a esta actividad pastoril. Su arquitectura popular se distingue por el predominio de viviendas entramadas, si bien abundan los edificios levantados exclusivamente con piedras. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo barroco, es su principal construcción religiosa



 









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